Pregunta: ¿Cómo abre uno el tercer ojo?

Sri Chinmoy:​ Hay varias maneras de abrir el tercer ojo. La manera más fácil y efectiva para abrir el tercer ojo es mediante el japa. Japa significa la recitación de una sílaba, una palabra, una oración o un grupo de oraciones en particular. Hay bastantes mantras que ayudan a abrir el tercer ojo. El Mantra Gayatri, por ejemplo, ayuda a abrir el tercer ojo, pues invoca el conocimiento, la sabiduría y la luz infinitas. Sumamente efectivo es el mantra Aum. Cada centro tiene un sonido-simiente que es más efectivo. Para el tercer ojo, el centro ajna, el mantra Aum es sumamente efectivo. Al cantarlo, el sonido ‘m’ debería prolongarse unas tres veces mas que el sonido ‘au’. Además, el buscador debería enfocar su atención sobre el tercer ojo.

El tercer ojo también puede ser abierto invocando la presencia del Divino, la conciencia del Divino o la Conciencia Divina. El Divino puede tomar una forma o puede permanecer sin forma. Pero para esto necesitas una aspiración intensa.

Un tercer método es la purificación del ser entero. Dentro del cuerpo se encuentra el cuerpo sutil, el ser vital propiamente dicho, el vital sutil, la mente y el corazón. Si puedes lograr la purificación de toda tu existencia física y tu existencia interior, y obtener la iluminación interior, entonces puedes abrir no sólo tu tercer ojo, sino también todos los demás centros principales.

Por otra parte, si puedes invocar la Gracia infinita del Supremo, si puedes transformar tu existencia entera en una entrega viva a los Pies del Supremo, entonces el tercer ojo puede ser abierto fácilmente. Por tu parte debes trabajar; tu guía espiritual te dará ejercicios y disciplinas especiales a seguir. Pero el resultado sólo llega cuando la Gracia desciende. El esfuerzo personal es indispensable, pero el mero esfuerzo personal no es suficiente. Detrás del esfuerzo personal se encuentra la Gracia del Divino.

La Gracia puede venir directamente desde Dios, o puede venir por medio de un Maestro aún vivo o un Maestro que ha abandonado el cuerpo. Un Maestro realizado nunca muere; únicamente se deshace de su atuendo físico. Los Maestros realizados pueden venir en cualquier momento a inspirar al buscador y decirle qué hacer. En el caso de un ser humano ordinario, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Pero con las almas realizadas, el tiempo y el espacio no cuentan. Y tampoco cuentan para un buscador si tiene una conexión interna con un Maestro espiritual verdadero.