Pregunta: Yo he estado meditando en el centro del ombligo. ¿Le parece sensato que lo haga?

Sri Chinmoy:​ Este chakra no debe ser abierto antes de que el centro del corazón haya sido abierto. Si el centro del ombligo es abierto antes que el corazón, entonces el vital más bajo, el vital más impuro, puede entrar en el corazón y destruir todas tus posibilidades espirituales.

En este punto de tu desarrollo espiritual, el centro del ombligo no es un centro seguro. Ése es el centro del dinamismo, la fuerza, el poder y ese tipo de cosas. Deberías meditar en tu centro del corazón para obtener paz, amor y alegría. Cuando tengas paz, amor y alegría, sentirás que la paz misma es poder, el amor mismo es poder, la alegría misma es poder dinámico. Si abres el centro del ombligo, donde hay dinamismo, y usas mal este dinamismo, se convierte en agresión brutal. El centro del ombligo también es el centro emocional. Con esta emoción puedes expandirte y llegar a ser el Infinito. Pero también, cuando comienzas a recibir la emoción del centro del ombligo, puedes caer presa del placer terrenal y de la debilidad humana. Así que Dios no te está permitiendo abrir este centro. Él te está protegiendo.

Dios no quiere que utilices mal las cualidades dinámicas que tienes en el interior y alrededor de tu centro del ombligo. Lo que Él quiere de ti es tu clamor interior por Él. Este clamor interior sólo se encuentra en el corazón. Si verdaderamente clamas por Dios, sin importar dónde estés o en qué posición te encuentres, estarás destinado a sentir la Presencia de Dios. Y cuando sientas la Presencia de Dios, sentirás que la energía divina, kundalini, ya está despierta y está subiendo hacia lo más alto. De un centro a otro, está subiendo, subiendo, subiendo. Si puedes sentir la Presencia viviente de Dios en tu interior, esta energía de la que hablas será tuya en cantidad ilimitada en un período muy breve de tiempo.

Tú no puedes vivir sin Dios; yo no puedo vivir sin Dios. Todos tienen que vivir con Dios. Pero sentir Su Presencia viviente es algo más. Aquéllos que han realizado a Dios sienten la Presencia viviente de Dios las veinticuatro horas del día. Si clamas por esa Presencia viviente, tu ser entero, tu existencia interior y tu existencia exterior, serán inundadas de dinamismo divino y energía sin límite.