75.
Mi Señor,me temo que esta vez
no podrás contestar a mi pregunta.
“Dime.
Déjame al menos intentarlo, Mi niño.”
Mi Señor, mi Señor del eterno Perdón,
¿quién Te pidió,
    quién Te obligó,
    quién Te inspiró
a ser el Creador del mundo?
“Mi niño,
Mi Solicitud Me pidió
    ser el Creador del mundo.
Mi Realización Me obligó
    a ser el Creador del mundo.
Mi Compasión Me inspiró
    a ser el Creador del mundo.”
Mi Señor del Perdón infinito,
has contestado a mi pregunta.
Acepto mi humilde derrota.
Sri Chinmoy, Los Secretos de mi Señor revelados, Herder and Herder, 1971