Pregunta: ¿Cómo podemos aprender a sentir que somos el alma y no la mente o el cuerpo?
Sri Chinmoy: En India hubo un gran Maestro espiritual llamado Sri Ramana Maharshi. Solía comparar el cuerpo con una hoja de plátano. En India, especialmente en el Himalaya, en ocasiones festivas tomamos nuestra comida en una hoja de plátano y después de comer tiramos la hoja. Sri Ramana Maharshi solía decir que el alma utiliza el cuerpo de esta manera, abandonando el cuerpo a su hora elegida y desechándolo como un instrumento ahora inútil. Es el alma lo que tiene la conexión eterna con el Supremo, y no la mente ni el cuerpo.Para darte cuenta de que no eres la mente, sino el alma, primero tienes que ir más allá de la mente. Hay dos maneras de hacer esto. Una es ascender a través de los diversos niveles de la mente y entonces ir más allá. El otro proceso es hacer descender la Luz desde los planos superiores a la mente. Cuando la Luz superior desciende a la mente, en ese momento la mente no sigue siendo un obstáculo para la realización interna de nuestra unidad consciente con la existencia de nuestra alma.
Si quieres sentir que eres el alma y no la mente, puedes hacerlo a través de la contemplación o mediante una fe intensa. Si puedes meditar o concentrarte en el centro espiritual llamado sahasrara, puedes aprender a sentir que eres el alma y no el cuerpo. Este centro está en la parte superior de la cabeza. Si logras concentrarte allí con éxito, verás tu limitada conciencia física saliendo de tu cuerpo físico de manera lenta y constante. En ese momento, la mente física que te está atando también te dejará. Entonces, lo que tendrás dentro, fuera y alrededor de ti será el alma. Sentirás en ese momento que eres el alma y no el cuerpo o la mente.
Otra forma de ir más allá de la mente es concentrarte en el tercer ojo, el ojo de la visión. Si puedes enfocar toda tu atención allí, tendrás destellos de intuición que te permitirán ver más allá de la mente. Puedes concentrarte también en el corazón. Si puedes concentrarte allí de manera adecuada y fervorosa, la llama interna que es la aspiración ascenderá desde el centro del corazón hasta el centro de la garganta, luego al tercer ojo y finalmente a sahasrara, el loto de mil pétalos en lo alto de la cabeza. Cuando este centro espiritual está completamente abierto, automáticamente vas más allá de la mente.
Por lo general, es difícil concentrarse en el tercer ojo, porque allí no se obtiene alegría inmediata ni una sensación de plenitud. Pero si te concentras en el corazón, sentirás amor, paz, plenitud y alegría sin límites. Puedes concentrarte o meditar en el tercer ojo durante unos seis meses y sentir todo el tiempo que estás caminando por un árido desierto. Si estás preparado para caminar por un desierto árido y seguir y seguir a pesar de la frustración, entonces puedes intentarlo. Pero si te concentras en el corazón, el día que comiences con sinceridad y fervor, tendrás una sensación de alegría, paz y consecución.