75.
¡Ay! Mi corazón es ahora muy débil    en devoción a Dios.
Pero encarecidamente me prometo
que la belleza y la fragancia
de mi devoción incondicional
alcanzarán, sin falta, los Pies de Dios
desde el nuevo año en adelante.
Sri Chinmoy, El Nuevo Milenio, Agni Press, 1999