Escena segunda
(Al día siguiente Channa está conduciendo a Sidharta en el carruaje por un camino diferente).SIDHARTA: La vida fuera del palacio es realmente bella, Channa. Aquí todo es fresco, encantador y conmovedor.
CHANNA: Me alegra que estés disfrutando tu paseo.
SIDHARTA: Dentro del palacio todo es lujo. Fuera del palacio todo es belleza, belleza de la naturaleza, belleza de la vida.
(De pronto, Sidharta ve a un hombre tirado en la calle).
SIDHARTA: Channa, ¿quién es este hombre? Ni siquiera puede sentarse correctamente. Está tirado en la calle. Está presionando su cabeza con una mano y su estómago con la otra. Sus ojos está profundamente hundidos. Está gimiendo y llorando amargamente. ¿Qué le está pasando? Parece que le está costando respirar.
CHANNA: Príncipe, ese hombre está enfermo. Está sufriendo un severo dolor en su cabeza y en su estómago. Tal vez tenga otras dolencias, también. Príncipe, todo el mundo enferma de vez en cuando.
SIDHARTA: ¡No! Yo jamás he estado enfermo. ¡Siento tanto pesar por ese hombre! ¿Puedo ayudarlo de alguna manera?
CHANNA: No, no puedes ofrecerle ninguna ayuda, Príncipe. Solo un médico puede ayudarle. Estoy seguro de que pronto alguno de sus amigos lo llevarán a un médico. Príncipe, deberíamos irnos de este lugar. Igual que ayer, también hoy tu alegría se ha echado a perder. El mundo está lleno de miseria.
SIDHARTA: Ya veo. Lo ignoraba totalmente. Mañana debemos tomar otro camino y conducir por los alrededores del Reino.
CHANNA: Seguro. Mañana conduciremos por otras calles.