Pregunta: ¿Es adecuado tener una motivación para alcanzar la realización como, por ejemplo, el deseo de liberación? ¿Es esta una motivación adecuada?
Sri Chinmoy: Ciertamente es una motivación adecuada. Hay dos aproximaciones distintas a la realización de Dios. Una aproximación es la sumisión completa a la Voluntad de Dios. Esta sumisión ha de ser dinámica. De lo contrario, serás como millones de personas letárgicas sobre la tierra, regocijándose en los placeres de la ignorancia, que están esperando la realización a la Hora de Dios. Estas personas tardarán millones de años en realizar a Dios, ya que si no utilizan la capacidad que Dios les ha dado, ¿por qué debería Dios desempeñar Su papel? En la sumisión dinámica, nosotros desempeñamos nuestro papel y usamos la capacidad que Dios nos ha dado; entonces dejamos en manos de Dios el darnos lo que Él quiera cuando Él quiera. En la sumisión dinámica, hacemos un esfuerzo personal completo y luego rezamos por la Gracia divina. Una persona común quiere alcanzar su objetivo a toda costa, por las buenas o por las malas. Pero en la vida espiritual no hacemos esto, empleamos nuestra paciencia. La otra aproximación es tener alguna idea de lo que queremos cuando estamos rezando y meditando. Digamos que quiero ser bueno. Esto es muy legítimo. Si me vuelvo bueno, significa que habrá un bribón menos sobre la tierra, y la creación de Dios será mejor. Por tanto, estoy rezando a Dios para que me dé algo que Le ayude a expandir su propia Luz sobre la tierra. Para servir a la humanidad y complacer a Dios a la manera propia de Dios, tenemos que volvernos buenos. Pero solo cuando realizamos a Dios, podemos servirle de verdadera ayuda. A menos que estemos realizados, a menos que estemos libres del entramado de la ignorancia, ¿qué podemos darle a la humanidad? A menos que tengamos algo de Paz, Luz y Dicha, ¿como podemos ayudar a Dios o a la humanidad? Hay muchos falsos maestros en la tierra que no sirven de ninguna ayuda a la humanidad. Son como setas proliferando por todo el mundo. ¿Qué están haciendo entonces? Tan solo están explotando y engañando a la humanidad. Pueden engañarse a sí mismos y pueden engañar a la humanidad, pero no pueden engañar a Dios.El gran Maestro espiritual Sri Ramakrishna solía rezar: «Oh, Madre Divina, haz de mí el más grande de los Yoguis». Una persona ordinaria podría pensar: «¿Qué clase de Maestro reza por ser el más grande?» Pero no se trataba de una competición por parte de Sri Ramakrishna. Él precisamente sabía que si podía llegar a ser divinamente grande, podría servir realmente a la humanidad. Así pues, no hay nada malo en rezar por la realización y la liberación. Si no tienes motivo alguno, si no sientes algún hambre interna de Dios o de Paz, Luz y Dicha, entonces Dios dirá: «Duerme, hijo mío, duerme, igual que millones y billones de personas en la tierra están durmiendo».
Sri Chinmoy, Las cumbres de la conciencia divina: Samadhi y Siddhi, Agni Press, 1974