3 - Samadhi y dicha: el universo interno

"Alto, más alto, altísimo es el plano del Deleite. Con nuestra conciencia iluminada, nos elevamos en ese plano y quedamos embelesados en nuestro ser. Habiendo atravesado los corredores del silencio y el trance sublimes, ahora somos uno con el Supremo."
—Sri Chinmoy

Pregunta: Dijiste alguna vez que el Deleite trascendental es una de las cualidades divinas no manifestadas sobre la tierra. ¿A qué es debido?

Sri Chinmoy: En el plano más elevado hay Existencia-Conciencia-Dicha; nosotros lo llamamos Sat-Chit-Ananda. Sat es existencia; Chit es Conciencia; Ananda es Dicha. La Conciencia es la fuente de todo, pero la conciencia no puede estar sin la Dicha y la Existencia. Si no hay existencia, no puede haber conciencia alguna. Si hay existencia y conciencia, se requiere la Dicha para la plenitud del Ser.

Desde tiempos inmemoriales, los Maestros espirituales han hecho descender los aspectos Sat y Chit. Pero Ananda es mucho más difícil de traer. Algunos de ellos no lo trajeron en absoluto. Otros lo hicieron, pero tan solo permaneció por unos segundos o unos minutos y volvió a irse. La paz es accesible. Podemos hacer venir la Paz. La Luz y el Poder también pueden ser traídos fácilmente. Pero el Deleite que inmortaliza nuestra conciencia interna y externa aún no ha sido establecido sobre la tierra. Viene y luego se va porque ve tanta imperfección en la atmósfera terrestre que no puede permanecer.

Incluso personas espiritualmente avanzadas están a menudo confundidas. Sienten un éxtasis interno procedente del mundo vital y creen que eso es el auténtico Deleite, pero no es así. El Deleite real viene desde el mundo más elevado hasta el alma, y desde el alma penetra en el ser entero.

Este Ananda es absorbido de manera diferente que el deleite físico, o lo que llamamos placer o gozo. El Deleite supramental es totalmente diferente del mundo del placer y el gozo. Una vez que obtienes tan solo un ápice de ello, sientes tu ser interno entero danzando de alegría como un niño con la máxima pureza, y tu ser externo siente verdadera inmortalidad en su existencia externa. Si obtienes este Deleite, aunque solo sea por un segundo, lo recordarás toda la vida.

A todo nuestro alrededor está el Juego cósmico, el Drama cósmico. El universo está lleno de alegría, alegría interna y alegría externa. Cuando se produce la realización, sentimos la necesidad de manifestar este Deleite constante en nuestro corazón. Este Deleite resplandece, pero no arde realmente. Tiene una tremenda intensidad, pero es todo suavidad y Néctar fluyendo con absoluta dulzura.

Un día lo hice descender hasta mi ser físico denso, de manera que cuando estaba sonriendo, en ese momento estaba esparciendo el Deleite altísimo a cada uno de vosotros. Pero debo decir que ya ha desaparecido todo. No hay nadie entre mis discípulos que haya conservado algo de aquello.