Pregunta: ¿Podría hablar un poco más extensamente sobre la experiencia de nirvikalpa samadhi?

Sri Chinmoy: Nirvikalpa samadhi no puede ser explicado por ninguna persona, no importa cuán grande sea. Es una experiencia que puede ser entendida solamente tratando de identificarse y volverse uno con alguien que la ha logrado. Debemos tratar de entrar en la experiencia en lugar de pedir que la experiencia venga a nuestro nivel. Cuando entramos en nirvikalpa samadhi, la experiencia misma es la realidad. Pero cuando lo queremos contar a otros, expresarlo en palabras, tenemos que bajar muy lejos y utilizar la mente; tenemos que acomodar la experiencia a los conceptos humanos. Por tanto, la experiencia de nirvikalpa samadhi nunca puede ser expresada o explicada adecuadamente. La revelación de la experiencia nunca puede ser como la experiencia original.

Estoy tratando hablarte acerca de esto lo mejor que puedo desde una conciencia muy elevada, pero aún así mi mente lo está expresando. Pero en nirvikalpa samadhi no hay mente. Vemos al Creador, a la Creación y al Observador como una sola Persona. Allí, el objeto de adoración y la persona que adora se vuelven totalmente uno; el Amante y el Amado se vuelven totalmente uno. Vamos más allá de todo y, al mismo tiempo, vemos que todo es real. Aquí, en el mundo ordinario, yo diré que tú eres irreal y tú dirás que yo soy irreal debido a nuestras opiniones diferentes. Pero en nirvikalpa samadhi vamos más allá de todas las diferencias; allí la mente no funciona en absoluto.

Cuando entramos en nirvikalpa samadhi, lo primero que sentimos es que nuestro corazón es más grande que el universo mismo. Ahora vemos el mundo a nuestro alrededor, y el universo parece infinitamente más grande que nosotros. Pero esto sucede porque el mundo y el universo son percibidos por la mente limitada. Cuando estamos en nirvikalpa samadhi, vemos el universo como un pequeño punto dentro de nuestro vasto corazón.

En nirvikalpa samadhi hay dicha infinita. No hay nada comparable a la cantidad, y no digamos a la calidad, de esa Dicha. «Dicha» es una palabra vaga para la mayoría de las personas. Oyen que hay algo llamado Dicha, y algunas personas dicen que la han experimentado, pero la mayoría de las personas no tiene conocimiento directo de ello. Cuando entramos en nirvikalpa samadhi, sin embargo, no solo sentimos la Dicha, sino que de hecho nos convertimos en esa Dicha.

Lo tercero que sentimos en nirvikalpa samadhi es el Poder. Todo el poder que tienen todos los ocultistas reunido no es nada en comparación con el Poder que tenemos en nirvikalpa samadhi. Pero el poder que podemos tomar del samadhi para utilizar sobre la tierra es infinitesimal comparado con la totalidad. Es como lo que precisamos para guiñar un ojo. Todo esto lo estoy expresando a través de la mente; no es exacto. Pero con palabras no puedo expresar más de la verdad que he realizado.

Quisiera únicamente decir que entrar en cualquier nivel de samadhi es infinitamente más fácil que transformar la conciencia humana en conciencia divina. Yo lo he estado intentado hacer, tú lo has estado intentando hacer, el Supremo lo ha estado intentando hacer. Todos nosotros aquí estamos tratando de hacer una sola cosa, la transformación de la naturaleza humana —física, vital, mental y psíquica—. Cuando eso esté hecho, la Perfección perfecta despuntará tanto aquí en la tierra como allá en el Cielo.

¿Cómo puede llegar a producirse esta transformación? A través de la aspiración. El mundo tiene que aspirar, la creación tiene que aspirar, y solo entonces pueden los Maestros espirituales hacer descender el Cielo a la tierra. El Cielo, como nosotros decimos, es un estado de conciencia. En el samadhi, todo es Cielo, todo es Dicha, Luz, Paz. Pero cuando descendemos al mundo otra vez, todo es sufrimiento, oscuridad, miedo, preocupación. ¿Cómo podemos hacer una conexión consciente entre este mundo nuestro y el altísimo estado de samadhi? A través de la constante aspiración. No hay otra medicina que la constante aspiración, no por un día o dos, sino por toda una vida. Realizar a Dios lleva muchas, muchas encarnaciones. Pero si tienes un Maestro plenamente realizado, se hace mucho más fácil. Quizás te lleve una encarnación, o dos o tres o cuatro. De lo contrario, para un ser humano normal, lleva muchos, muchos cientos de encarnaciones, incluso el lograr las experiencias superiores o las llamadas realizaciones menores. Pero un Maestro realizado conoce las almas y habita en las almas. Ya que puede hacer esto, es fácil para él tratar con cada aspirante conforme a la necesidad de su alma, para el desarrollo y la plenitud de su alma.