Pregunta: ¿Pierde algo un Maestro realizado que ha elegido ayudar a la humanidad que sufre, ya que especialmente la humanidad es tan reacia a aceptar su riqueza?

Sri Chinmoy: ¡No! Él es como alguien que sabe escalar bien un árbol. Tiene la capacidad para ascender y descender. Cuando el Maestro desciende, no pierde nada, porque sabe que al momento siguiente podrá ascender de nuevo. Supongamos que un niño está a los pies del árbol y le dice: «Por favor, dame una fruta, por favor dame un delicioso mango», el Maestro inmediatamente le bajará uno y luego ascenderá de nuevo. Y si nadie más pide mango, se sentará en una rama y esperará.

Aquí en la tierra, si una persona tiene algo que ofrecer y la otra persona no lo toma, entonces la primera persona se enfurece. Le dice: «¡No seas tonto! Te lo estoy dando por tu propio bien». Reñirá a la otra persona y estará muy descontento si su ofrenda no es aceptada. En el caso de un Maestro espiritual, es diferente. Él vendrá con su riqueza, pero si la humanidad no la acepta, él no va a maldecir a la humanidad. Incluso si la humanidad lo insulta y habla mal de él, él no presentará a Dios ninguna queja contra la humanidad. Con su paciencia ilimitada dirá: «De acuerdo, hoy estás durmiendo. Tal vez mañana despiertes y veas lo que tengo para ofrecerte. Te esperaré». Si estás profundamente dormido y alguien te pincha y te grita: «¡Levanta, levanta!», no te está haciendo un favor. Te sentirás fastidiado. Pero el Maestro espiritual no te va a molestar; no te pedirá que te levantes. Él se quedará junto a tu cama y esperará hasta que te levantes, y en cuanto lo hagas te pedirá que mires al sol.

Si es un verdadero Maestro espiritual, no perderá nada si la tierra rechaza lo que él tiene, porque él está bien establecido en su vida interna, en su conciencia interna. Asimismo, si la humanidad acepta lo que ofrece, él tampoco pierde nada. Cuanto más da, más obtiene de la Fuente. Así como en la vida ordinaria cuanto más conocimiento ofrecemos a los demás, más obtenemos, lo mismo ocurre en la vida espiritual. Un Maestro espiritual nunca se quedará corto de Paz, Luz y Dicha, porque él está conectado con la Fuente infinita de todo.

Aspirantes ordinarios o pretendidos Maestros tienen capacidad limitada. Si dan algo, no pueden reponerlo. Pero cuando uno está en contacto con capacidad ilimitada en el mundo interno, su fuente es como un océano. Uno no puede vaciar el infinito océano interno. El Maestro real quiere darlo todo a sus devotos discípulos, pero el poder de receptividad de estos es limitado. Por lo tanto él trata de ensanchar sus recipientes y hacerlos tan grandes como le sea posible de modo que los discípulos puedan recibir la Paz, la Luz y la Dicha que él trae para ellos. Pero no puede forzar a un aspirante a recibir más de lo que es capaz de guardar. Si lo hace, el recipiente se romperá. Así pues, un Maestro puede solo verter, verter y verter su Luz infinita en sus discípulos, pero una vez alcanzado su límite de receptividad, todo será malgastado.