Pregunta: ¿Qué es el nirvana?

Sri Chinmoy:

«Ni mente, ni forma, sólo existo: cesada toda voluntad y pensamiento. El final último de la Danza de la Naturaleza, soy Eso a quien he buscado./…

…/ No hago trato alguno con el tiempo y los hechos; mi juego cósmico se ha realizado.»

— de Lo Absoluto, Sri Chinmoy)

Cuando su juego cósmico ha finalizado, uno entra en el nirvana. Si es un alma cansada y quiere ir permanentemente más allá de los conflictos, más allá de las capacidades de las fuerzas cósmicas, entonces el nirvana es bienvenido. Nirvana es la cesación de todas las actividades terrenales, la extinción de los deseos, sufrimientos, ataduras, limitación y muerte. En este estado uno va más allá de la concepción de tiempo y espacio. Este mundo, la tierra, es el campo de juego para el baile de las fuerzas cósmicas. Pero cuando uno entra en el nirvana, las fuerzas cósmicas ceden el paso a la altísima Verdad última, y el Conocedor, lo Conocido y el Conocimiento o Sabiduría son como tres ángeles fundidos en uno. En ese momento uno se convierte tanto en el Conocedor como en lo Conocido.

Si uno no tiene la experiencia del nirvana, generalmente no puede saber lo que es la ilusión. Según algunos maestros espirituales, el mundo es maya, una ilusión. Cuando uno entra en nirvana descubre lo que la ilusión es. Nirvana es la estática unidad con Dios. Allí todo llega a su fin en la Dicha estática. Esta Dicha es inimaginable, insondable, indescriptible. Más allá del nirvana se encuentra el estado de unidad absoluta. Esta unidad es la unidad dinámica con Dios.

Nirvana es un estado muy, muy, muy elevado. Sin embargo, no es el estado más elevado para el trabajador divino. Si uno quiere servir a Dios aquí en la tierra, tiene entonces que volver al mundo una y otra vez para servir al Supremo en la humanidad. Si uno quiere manifestar al Supremo en el campo de la creación, entonces tiene que trabajar en el dinamismo absoluto del Supremo, y no descansar en el nirvana. Esto no significa que el trabajador divino no pueda tener la experiencia del nirvana. La experiencia del nirvana está a la orden de todas las almas que han realizado a Dios. Pero el nirvana permanente es para los que quieren quedar satisfechos con el aspecto estático del supremo Brahman. Si uno quiere encarnar tanto el aspecto estático como el dinámico del Supremo, entonces quiero decir que debería ir más allá del nirvana y entrar en el terreno de la manifestación.