Introducción del editor a la primera edición

En algún momento en el milenio antes de Cristo, apareció en la India una raza de personas conocidas en tiempos posteriores como los Arios, y entre los Arios emergió una raza de sabios, conocedores de Brahman el absoluto. Estos poetas-videntes fueron los compositores de los Veda o “conocimiento”, la más temprana obra literaria del mundo. Todo hindú, no importa cuales sean sus creencias o tipo de práctica espiritual, considera la sabiduría de los Rishis Védicos como la fuente de la espiritualidad hindú, los Vedas como las más sagradas escrituras de su religión y la cultura Védica como el vivero y la forma original de la cultura India. Pero aunque los Vedas son reverenciados y asiduamente estudiados, incluso en India su significado más profundo se ha perdido tanto para los predicadores como para los eruditos. El lenguaje y la imaginería de la poesía Védica, con su simbolismo simultáneamente significante en muchos niveles de conciencia y de ser, ya no es entendido por la mayoría de quienes lo leen. En occidente, la religión de la era Védica es vista como poco más que una forma de adoración de naturaleza poco sofisticada, y debido a que los académicos no lo han reconocido como algo basado en un sistema de yoga plenamente desarrollado, han fracasado en captar el significado verdadero de los mantras Védicos, el sacrificio Védico y los dioses Védicos.

En Sri Chinmoy, la India ha dado a luz en los tiempos modernos a un titán espiritual equiparable en estatura a los más grades de sus pasado gigantes. La plenitud de su realización lo capacita para interpretar los Vedas como sólo un Maestro puede interpretar las expresiones de otro. Aunque familiarizado con los Vedas en su lengua sánskrita original, Sri Chinmoy no hace un enfoque académico, ni habla desde el punto de vista dogmático de la tradición religiosa ortodoxa. Con la intuición de un gran Yogui, va más allá de las formas culturales externas de estas escrituras y penetra en la esencia de la espiritualidad que encarnan. Él mismo posee plenamente la experiencia de los sabios Védicos y se mueve con completa libertad en los planos de conciencia conocidos por ellos. Entrando en el alma de los Vedas, hace emerger de su fondo las más profundas verdades que contienen, y estas verdades las ofrece a los lectores de este libro.

En la mente intuitiva de Sri Chinmoy sentimos las inspiradoras profundidades de los Vedas y en su corazón iluminador vemos las invitadoras cumbres de los Vedas

—K

Sri Chinmoy, Los Vedas: Primer llamado de la Inmortalidad, Sri Chinmoy Lighthouse, New York, 1972