¿A qué se parece Dios?

Cuando te miro, Dios se parece exactamente a ti. Si miro a tu madre, Dios se parece a tu madre. Y si miro a otra persona, entonces Dios se parece a esa persona. Si tuviera que mirar dentro de mí mismo, encontraría que Dios se parece a Chinmoy. Aunque quizá no lo veas ahora, cuando puedas ver en lo profundo de tu interior, sabrás que ninguno de nosotros puede considerarse separado de Dios.

Ahora estoy aguantando estos dos dedos juntos. Como ves, si quiero, puedo separarlos. Pero si, en lugar de dedos, fuesen Dios y tú, yo no podría separaros, no importa con cuánta fuerza lo intentase. De hecho, cuanto más intentara separaros a los dos, más estrechamente os juntaríais.

Porque Dios está en ti, Dios se parece exactamente a ti. Por ahora, tú eres Dios con un velo. Te has puesto una máscara, pero yo veo a través de la máscara. En el futuro, serás el Dios sin velo. Te quitarás la máscara y te veremos como a Dios manifestado, el Dios descubierto.