Pregunta: ¿Cómo se puede contactar con los seres queridos en el otro mundo?
Sri Chinmoy: There are a few ways to contact dear ones who are not in this world. The easiest way, the way that you hear about all the time, is to go to a medium. The medium will tell you many stories about your relatives who are in Heaven.Desafortunadamente, muy a menudo estas historias no tienen nada que ver con la realidad. Solo rara vez traen los médiums mensajes internos reales del alma. Tienes que saber que cuando una persona ha abandonado el cuerpo hace solo unos pocos días o meses, o un año o dos, cabe la posibilidad de que el alma esté todavía en el mundo vital. En ese momento es más fácil para el médium traer mensajes reales. Pero cuando el alma entra en el mundo mental, en el mundo intuitivo, en el mundo psíquico y en el propio mundo del alma, que es infinitamente más elevado que el mundo vital, entonces los mensajes que obtienes del médium son todos incorrectos.
Otra manera es acudir a un Maestro espiritual genuino. Si yo me dirijo al propietario de una gran tienda y le pido que haga algo, si está complacido conmigo, me hará el favor inmediatamente. Pero si me dirijo simplemente a un recadero o un empleado, veré que su capacidad es muy, muy limitada. En el mundo espiritual, cuando uno acude a un Maestro verdadero, uno descubre que su capacidad es ilimitada. Él es como el propietario de la tienda; él conoce lo que tiene, sabe dónde se encuentra y puede dar lo que él quiera a quien quiera. Pero un médium es tan solo como un empleado o un recadero; tiene muy poco poder para date lo que quieres.
Cuando un Maestro espiritual lleva o trae el mensaje, entra en el alma de la persona que le está pidiendo este favor, porque el alma de esa persona sabrá dónde se encuentra ahora mismo el alma de su pariente. Su mente no lo sabe, su corazón no lo sabe, su vital no lo sabe, su cuerpo no sabe adónde ha ido el alma del ser querido. Pero el alma lo sabe. Sin embargo, a los Maestros espirituales generalmente no les agrada llevar esta clase de mensaje, porque sienten que es todo curiosidad.
Si una persona tiene un clamor sincero, antes que simple curiosidad, no tiene que acudir a nadie si quiere enviar un mensaje a un amigo o familiar que ha fallecido. Su plegaria sincera es infinitamente más segura que aceptar que algún otro sea su mensajero. Si ofrece su mensaje a Dios con su corazón de plegaria y su corazón de meditación, Dios puede fácilmente llevar el mensaje a la persona a quien está destinado. El corazón que quiere rezar se vuelve inmediatamente uno con la Compasión de Dios. El corazón que quiere meditar se vuelve inmediatamente uno con la Luz de Dios. Si contactamos la Luz de Dios y la Compasión de Dios, nuestra plegaria, nuestra meditación, alcanzará sin falta a la persona adecuada.
Ahora bien, ¿cómo sabemos si la persona ha recibido nuestro mensaje o no? Hemos de tener fe. Acudimos a un médium porque tenemos fe en el médium. Acudimos a un Maestro espiritual porque tenemos fe en él. ¿Por qué no deberíamos también tener fe en nuestra propia plegaria? Si no tenemos fe en el médium, aunque el mensaje sea correcto, no lo creeremos. Si no tenemos fe en el Maestro, aunque él haga todo correcto delante de nosotros, diremos que todo es una alucinación. Si tenemos fe en nuestra propia plegaria, esta tiene la capacidad de convertirse en una niña pura que correrá amorosamente hacia su Padre para conseguir algo. En el momento mismo en que el Padre ve que Su niña ha venido corriendo hacia Él con tanto amor y fe, el Padre le dará todo inmediatamente.
Si no podemos rezar o meditar, si no nos interesamos por un Maestro espiritual y tenemos muy poca o ninguna fe en un médium, entonces hay un modo práctico de enviar mensajes a nuestros seres queridos que han partido. Deberíamos anotar unos siete incidentes de nuestra vida que tienen que ver con esa persona en cuestión. Los incidentes deberían ser muy profundos e íntimos, algo que todavía esté vivo en nuestro corazón. Cuando tenemos siete incidentes muy íntimos, muy profundos, debemos colocarlos ante nosotros mismos uno por uno. Luego debemos tomar cada incidente y entrar en él con nuestra vida presente y nuestro cariño presente. Cada incidente es como un punto diminuto. Cuando penetramos en él con nuestro presente hálito de vida, vemos que de un punto se convierte en un gran círculo. La intensidad, la capacidad de nuestro hálito de vida lo hace inmediatamente más grande. Entonces, el hálito de vida de esa realidad penetrará en la realidad universal y se volverá una con la realidad universal. Cuando vemos claramente que esta es la realidad universal, el rostro de la persona en su forma física sutil está llamada a aparecer. Si somos personas normales y corrientes, no podremos tocar este físico sutil; si somos personas espirituales, el físico sutil será palpable, sólido.
Aquí tenemos que ser muy prácticos. Hemos de tener confianza en el mundo que está justo delante de nosotros. Cuando miremos dentro de la realidad universal y veamos el rostro de la persona, podremos ofrecer nuestro mensaje. Pero tenemos que sentir que esos momentos íntimos son los únicos momentos que existieron entre nosotros mismos y nuestro ser amado. Si cualquier perturbación o cualquier acción que nos disgustaba penetra en nuestro sentimiento por esta persona, estaremos perdidos inmediatamente. Tenemos que tener el sentimiento de que estaríamos dispuestos a dar nuestra vida por dicha persona, y que esa persona también estaría dispuesta a dar su vida por nosotros. Cuando podemos sentir que cada uno de nosotros está listo para dar su vida por el otro, en ese momento podemos llegar a ser uno conscientemente con la vida de esa persona, y podemos fácilmente dar o recibir un mensaje.