Inmortaldad

Siento Su Gracia ilimitada en todas mis extremidades;
la Verdad de vida resplandece blanca en mi corazón.
Mi alma asciende ahora a las alturas secretas de Dios;
no hay pesar, ni sombrío tormento, ni muerte a la vista.

Ni días ni noches mortales pueden turbar mi calma;
una Luz de lo alto sostiene mi alma secreta.
De mis profundidades, las dudas, con dolor se disipan,
mis ojos de luz perciben mi atesorada Meta.

Aunque en el mundo, estoy por encima de su aflicción;
habito en un océano de libertad suprema.
Mi mente es un núcleo de pensamientos infinitos del Uno;
la vasta bóveda de estrellas abraza la paz de mi Alma.

En el tiempo veloz se hallan mis días eternos,
yo hago sonar Su Flauta de rapsodia.
Las acciones imposibles ya no más lo parecen,
en las cadenas del nacimiento brilla ahora la Inmortalidad.