Pregunta: ¿Hay alguna enfermedad espiritual incurable?
Sri Chinmoy: Hay una enfermedad casi incurable en la vida espiritual y esa enfermedad es la autocomplacencia. Es realmente un tipo de impureza y puede durar mucho, mucho tiempo. Cuando la hipocresía desaparece, cuando el miedo se va y cuando la duda se desvanece, verás que la autocomplacencia todavía subsiste, ya sea en el mundo físico o en el mundo mental de los pensamientos y las ideas.Comparada con los otros obstáculos, la autocomplacencia es incurable. Y ciertamente lo es si el buscador no es lo bastante fuerte para luchar contra ella. Pero esto solo es cierto en el caso del buscador ordinario. Cuando un buscador está en los umbrales de la autorrealización, puede liberarse de la autocomplacencia. De lo contrario, la autocomplacencia dura un tiempo muy largo. Por la Gracia del Supremo, un día serás curado de la autocomplacencia; pero para eso necesitas tremenda y constante aspiración.
Nos resulta muy fácil decir: «Por la Gracia de Dios, todo es posible». Hemos oído esta afirmación de nuestros ancestros, de nuestros padres, de todos los Maestros espirituales. Es verdad, pero esta Gracia no viene para todos sin excepción; esta Gracia viene solo para quienes realmente aspiran. Cuando dices que todo es posible por la Gracia de Dios, y que nada es incurable, has de ser muy cuidadoso de ver que no estás meramente jugando con las palabras.
La autocomplacencia es una enfermedad incurable precisamente porque el nivel de la aspiración humana es terriblemente bajo. En el estadio actual, la aspiración humana es inexcusablemente baja, imperdonablemente baja. Dios, como dispensador de infinita Compasión, nos perdonará sin importar lo que hagamos, ¡pero nosotros no nos perdonaremos! Cuando nuestra sinceridad salga al frente, cuando nuestra justicia divina salga al frente, no nos perdonaremos a nosotros mismos. ¿Cómo podemos recibir la verdad cuando sabemos que somos tan imperfectos y complacientes en nuestra naturaleza física y vital? Todo buscador debe sentir que la autocomplacencia es realmente una enfermedad incurable, a menos que esté dispuesto a correr lo más rápido posible y preparado para sacrificar lo que tiene y lo que es en todo momento. Si está dispuesto a abandonarlo todo por Dios, nada permanece incurable.
No estoy intentando desanimarte; deseo animarte con todo mi corazón. Pero debo decir con toda franqueza que la autocomplacencia es algo sumamente difícil de conquistar. Es la parte más difícil del viaje para el aspirante espiritual. Pero, indudablemente, un día será conquistada, sencillamente porque Dios no permitirá que nadie permanezca autocomplaciente. Dios quiere la perfección por parte de cada individuo en la tierra. Es tan solo una cuestión de tiempo.