La valentía

La valentía es el servidor más devoto de la propia fe en uno mismo y en Dios.

La timidez dice: «Dios es para siempre incognoscible». La valentía dice: «Dios es desconocido en este momento, pero solo por un tiempo».

La cobardía es una carga extra que llevar en la marcha de nuestra vida cotidiana.

La valentía es un porteador extra, siempre dispuesto, para llevar nuestra riqueza, interna y externa, conforme a la voluntad de nuestra alma.

La valentía es perfección únicamente cuando surge de nuestra unidad con la Visión de Dios.

No hay otra forma de complacer a nuestro ser interno que ser un emblema perfecto de valentía.

El entusiasmo en su más pura expresión es valentía.

Sin valentía, la vida es un camino sin progreso.

Contra la propia valentía interna, la muerte misma rivaliza en vano. La valentía es la inspiración exitosa de Dios en el cuerpo, la mente, el corazón y el alma del hombre.