Todos son altruistas

La duda comparte su capacidad con la mente. Por consiguiente, la duda es altruísta.
La arrogancia comparte su capacidad con el vital. Por consiguiente, la arrogancia es altruísta.
El letargo comparte su capacidad con el cuerpo. Por consiguiente, el letargo es altruísta.
La inseguridad comparte su capacidad con el corazón. Por consiguiente, la inseguridad es altruísta.
La incertidumbre comparte su capacidad con el alma. Por consiguiente, la incertidumbre es altruísta.
El hombre comparte su capacidad de ignorancia con Dios. Por consiguiente, el hombre es altruísta.