Pregunta: Entiendo que, como preparación para la realización, es necesario que el ego muera.

Sri Chinmoy: Si el ego muere o se extingue, no conseguimos nada de ello. Solo si transformamos el ego conseguimos. Tratar de matar el ego es como quitarle la vida a un animal. Esto no es lo que hay que hacer. Debemos domesticar el ego. El ego dice: «Yo, mío, mi marido, mi mujer, mis hijos, etcétera». Ese ego está atando. Pero si decimos: «Estoy en todas partes, soy universal, soy el hijo de Dios», esta clase de sentimiento nos libera. Procura expandirte; cuanto más expandas tu conciencia, más amplia será tu visión. Tu conciencia limitada es tu ego, pero cuando se expande se vuelve universal. Entonces eres totalmente uno con el Origen. Supongamos que tienes un cuchillo. Con ese cuchillo puedes venir y clavármelo, pero si usas el mismo cuchillo para cortar una fruta y darme un trozo, estás haciendo lo correcto. De igual manera, cuando puedes utilizar el ego para un propósito divino, esto cambia su rostro inmediatamente por el de una realidad colmadora. Incluso cuando tu ego esté sin luz e impuro, úsalo para el servicio a Dios, no lo uses para destruir el mundo. Al servir a Dios, tu ego se purifica y en su purificación completa se produce la expansión de tu conciencia. En la purificación y la transformación del ego está la evolución consciente y la satisfacción verdadera del ser humano. Tienes que saber que nada muere. En la vida espiritual, la muerte significa limitación, nada más. Cuando una pequeña gota entra en el océano, pensamos que queda perdida en la inmensidad y muere. Pero si nos identificamos con la gota y, al mismo tiempo, con el inmenso océano, vemos que la personalidad de la gota no se ha perdido, sino que se ha expandido en la vasta Infinitud del océano. Esta es la llamada muerte del ego y de la personalidad humana. Tal vez con nuestros ojos humanos ordinarios lo vemos como una muerte; pero con el ojo de nuestro corazón, con nuestro ojo interno, vemos la diminuta gota transformada en océano infinito.