Pregunta: ¿Tenemos que eliminar todos los objetivos materialistas a fin de realizar a Dios?

Sri Chinmoy: Es la manera en que utilizamos la vida material lo que tiene primordial importancia. La materia, como tal, no ha hecho nada malo a Dios; no es anti-divina. Somos nosotros quienes utilizamos las cosas materiales de una forma equivocada. Debemos entrar en la vida material con la luz de nuestra alma. Podemos usar un cuchillo para herir a alguien o lo podemos usar para cortar una fruta y compartirla. Con el fuego podemos cocinar y con el fuego también podemos quemarnos o incendiar la casa de alguien. Tenemos que sentir que la materia y el espíritu van juntos. La materia tiene que ser la expresión consciente de nuestro espíritu. Si dices que la materia es todo, que no hay espíritu, que no hay una vida superior, que no hay una realidad interna, debo decir que te equivocas. Existe una realidad interna, existe una Verdad infinita que quiere expresarse en la materia y a través de la materia. La materia está dormida y ha de ser despertada. La vida material tiene que ser guiada y moldeada por el espíritu. Pero primero hemos de comprender para qué es la vida material. Si por vida material entendemos el disfrute vital inferior y la satisfacción de deseos ordinarios, entonces es inútil tratar de aceptar simultáneamente la vida espiritual. Pero si vida material significa vida de expansión —expansión del corazón, expansión del amor— entonces materia y espíritu pueden ir juntos fácilmente. En esta vida material tenemos que ver la Paz, la Luz y la Dicha. Lo que ahora mismo vemos en la mente es envidia, temor, duda y todo tipo de cosas no-divinas. Pero en esta misma mente podemos sentir y debemos sentir armonía, paz, amor y otras cualidades divinas. Si queremos estas cualidades divinas en la vida material, entonces la vida material puede ir perfectamente bien con la vida espiritual. La verdadera vida material no es simplemente comer, dormir y respirar. La vida material es una vida importante que debe finalmente convertirse en una vida de dedicación. Ahora mismo, en el mundo físico, estamos tratando de poseer personas y cosas; pero la vida material únicamente tendrá significado cuando dejemos de intentar poseer y comencemos a intentar dedicar. Cuando nos consagramos al Supremo, al inigualable objetivo de realizar a Dios, solo entonces se nos revelará a sí misma la vida como el mensaje de la Verdad, el mensaje de la Infinitud, la Eternidad y la Inmortalidad.