Leyó el Gita, pero no siguió el Gita
Hay setecientos versos en el Gita. Tuve la fortuna de ver a un hombre en India que recitó el Gita completo en una hora y media, de principio a fin. Y me dijo que anteriormente podía hacerlo en una hora. Sin embargo, recitar es una cosa, repetir es una cosa, pero seguir las enseñanzas del Gita es algo diferente. Quizás el hombre que recitaba el Gita completo de memoria, no seguía ninguna de las enseñanzas del Gita. En el tercer capítulo del Gita aprendemos que comer mucho no es bueno. Es mejor tomar comida fresca y no pasada. Pero este hombre era un comedor voraz y solía tomar comida pasada, estropeada. Leía el Gita, pero no seguía el Gita.
Sri Chinmoy, Comentario del Bhagavad Gita: el Canto del Alma trascendental, Rudolf Steiner Publications, Blauvelt, New York, 1971