Tengo el privilegio

Tengo el privilegio de que Dios me ha concedido una encarnación humana, ya que es únicamente en la vida humana donde puedo realizarlo, revelarlo y manifestarlo sin reservas ni condiciones.

Tengo el privilegio de que el sueño de la ignorancia no se atreve a intimidarme, ya que ve a Dios y a la Protección constante de Dios a mi alrededor.

Tengo el privilegio de que mi corazón ama a mi Señor Supremo infinitamente más de lo que mi mente podrá nunca llegar a imaginar.

Tengo el privilegio de que mi mismo Señor Supremo me ha pedido que Le ofrezca una plegaria silenciosa y una meditación fervorosa temprano en la mañana, antes de entrar en el ajetreo y el bullicio de la vida. Mi plegaria silenciosa es esta: “Oh Señor Supremo, acepta mi vida de entrega”. Mi meditación fervorosa es esta: “Oh Señor Supremo, entra en mi corazón de gratitud y permanece allí sentado”.

Tengo el privilegio de que mi Señor Supremo discute Sus Planes Cósmicos conmigo en el Cielo y me ha hecho Su fiel representante para llevar a cabo Su Voluntad aquí en la Tierra.

Tengo el privilegio de que, en cada momento, Dios me ama más de lo que merezco, me habla más de lo que merezco, me da más de lo que merezco. De todas las maneras posibles, Él hace cosas por mí, me dice cosas, y sueña en mí y a través de mí, infinitamente más de lo que nunca mereceré.

Tengo el privilegio de reclamarlo plena y profundamente como mío, verdaderamente mío, mi propiedad de la Eternidad.

12:40 14 de julio, 1977 Centro Sri Chinmoy Jamaica, Nueva York