Dos trenes

Dos trenes: el tren del deseo y el tren de la aspiración. El tren del deseo comienza en la estación del hambre-nadería y se detiene en la estación de la inanición-frustración. El tren de la aspiración comienza en la estación de la sed de espiritualidad y se detiene en la estación del banquete de iluminación.

Si eres un pasajero del tren del deseo, tal vez no sepas realmente lo que es bueno y lo que es malo para ti. Entrarás al tren del deseo sólo para sufrir. Si eres un pasajero del tren de la aspiración, no tienes que saber lo que es bueno y lo que es malo para ti, puesto que Dios mismo elige por ti. Así pues, una vez que has entrado en el tren de la aspiración, solamente prosperarás y prosperarás, tanto en el mundo interno como en el mundo externo. La prosperidad interna es el llanto sin aliento de tu corazón. La prosperidad externa es la sonrisa insomne de tu vida.

15:10
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.