¿Qué más puedo darte?
“Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi día de deseo. Te he dado mi noche de frustración. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi cadena de ansiedad. Te he dado mi tren de inseguridad. ¿Qué más puedo darte, mi Señor Supremo?“Mi Señor Supremo, Te he dado lo que he aprendido de mi mente terrenal. Te he dado lo que he hecho con mi hambriento y agresivo vital. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi cielo de esperanza. Te he dado mi sol de promesa. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte, qué más?”.
“Hijo Mío, no niego que Me hayas dado todas esas cosas que has mencionado. Pero no Me has dado lo que constantemente necesito de ti para estar totalmente complacido y colmado, que es el respiro de satisfacción de tu alma. Esto es lo único que necesito de ti. El resto de las cosas que Me has dado, Me han traído alegría, y haré lo necesario con ellas. Las transformaré y las convertiré en Mis divinos instrumentos. Pero lo que necesito de ti constantemente, lo que más necesito, todavía no Me lo has dado. Por eso, te estoy recordando que Me des el llanto de unidad de tu corazón, el respiro de satisfacción de tu alma”.
“¡Oh dulce Padre, oh Amigo querido, oh Barquero único que me lleva a través del río de la Eternidad hasta la ribera de la Infinitud! Dicen que soy mayor, porque ya paso de los cuarenta. Dicen que soy frío, que me he convertido en un producto acabado, que hace mucho tiempo que perdí mi vida inocente de niño, el llanto y sonrisa de mi naturaleza. ¿Es todo eso cierto?”.
“No, no, no hijo Mío. Eso está lejos, lejos de la verdad. Tú no eres viejo; eres atrevido. No eres frío; eres cálido. No eres viejo, porque en ti y a través de ti he creado un mundo de autorevelación y automanifestación para verme y disfrutarme del modo divino, supremo. Este modo es el arte. Tú no eres viejo. Cuando cruzaste la barrera de los cuarenta te hice Mi instrumento divinamente y supremamente elegido, y entré en ti para revelarme y manifestarme a Mí mismo en el mundo de la pintura y en el mundo de la música. Dos mundos gigantescos he creado en ti y a través de ti para Mi propia satisfacción.
“Tú no eres frío, eres cálido. Por tu calidez, tu calidez de unidad, el llanto ascendente de la humanidad y la sonrisa descendente de la divinidad te han aceptado como instrumento Mío, como Mi instrumento más complaciente y colmador.
“No importa la edad que tengas según el calendario terrestre, tú no eres viejo; nunca puedes ser viejo, y todos los que han llegado a ser inseparablemente uno contigo tampoco pueden ser viejos. Tus amigos de unidad, al igual que tú, no podéis ser nunca viejos en Mi Luz-Visión, puesto que estáis todos en Mi Barca Dorada. Mi propio Llanto de Aspiración en ti y a través de ti está siendo manifestado a la Hora elegida por Mí. Mi Llanto de Aspiración está resplandeciendo y ofreciendo refugio a incontables buscadores de la Verdad y amantes de la Luz y el Deleite.
“Tú no eres viejo, y todos los mayores de cuarenta que están contigo, en ti y por ti, son como tus hijos de cuatro años, puesto que tienen la misma calidez, el mismo afán de estar en Mi Barca. Me han ofrecido su afán y su calidez para estar en Mi Barca. Por eso nunca, nunca pueden ser viejos. Me han dado un acceso libre para soñar en y a través de ellos, y Yo estoy soñando en y a través de ellos. Cuando sueño en y a través de alguien, esa persona nunca puede ser vieja, porque Mi Sueño se está manifestando como una iluminadora y colmadora realidad que es eternamente nueva, eternamente iluminadora, eternamente colmadora.
“Una vida de sueño, de sueño divino, es siempre una vida de florecer, devenir y trascender. Todos vosotros en la Barca Dorada que sois mayores de cuarenta años, Yo estoy soñando en y a través de vosotros. Cada uno tiene un sueño especial. Este Sueño Mío en cada buscador-amante es Mi Respiro de Vida de nueva creación, nueva perfección, nueva satisfacción”.
20:00 18 de julio, 1977 Centro Sri Chinmoy Norwalk, Connecticut