Nota del editor para la primera edición

Durante los primeros veinte días de julio de 1977, Sri Chinmoy pronunció un centenar de breves charlas. Estas tuvieron lugar en sus conciertos públicos de esraj, en picnics, incluso en el campo de deportes de la escuela local después de sus entrenamientos matinales. Sin embargo, estas piezas apenas pueden realmente llamarse charlas. Poseen una cualidad rítmica, casi musical, que recuerda más al verso libre que a la prosa. Y lo más importante, expresan un flujo de ideas tan sutil y melódico que piden ser sentidas y asimiladas en un plano intuitivo. Antes de pronunciarlas, Sri Chinmoy entraba en un elevado estado meditativo y después hablaba improvisadamente. Estas charlas son, por tanto, expresiones de un estado de conciencia más allá del alcance de la mente: breves, iluminadores estallidos de Luz del ilimitado Sol de Realización del Maestro. Este es el tercer volumen de una serie de cuatro partes.