17.
Esta mañana acusé a Diosde haber hecho el Cielo superior a la tierra.
Él negó mi acusación y dijo:
“Ofrezco por igual Mis Bendiciones
al Cielo y a la Tierra.
El Cielo está conmigo y en Mí.
Por eso el Cielo es eternamente divino.
La tierra es de Mí y para Mí.
Por eso la tierra está evolucionando eternamente
    hacia Mi Perfección transcendental.”
Sri Chinmoy, Los Secretos de mi Señor revelados, Herder and Herder, 1971