6.
El Dios de un niñoes su imaginación pura.
El Dios de un adolescente
es su creación segura.
El Dios de un joven
es su frustración fatal.
El Dios de un anciano
es su aspiración que muere e implora.
Sri Chinmoy, Los Secretos de mi Señor revelados, Herder and Herder, 1971