84.

Mi Señor, no quiero pensar más con mi mente.

“Muy bien.
Entonces devuélveme tu mente.”

Mi Señor, no quiero ver más con mis ojos.

“¡Bien, magnífico!
Entonces devuélveme tus ojos.”

Mi Señor, no quiero sentir más con mi corazón.

“¡Bien, magnífico, maravilloso!
Entonces devuélveme tu corazón.”

Mi Señor, si te entrego mi mente, mis ojos y mi corazón, ¿cómo vas a reemplazarlos?

“¡No te preocupes, Mi niño, no te preocupes!
Los reemplazaré con Mi Solicitud inagotable e incondicional.”

Mi Señor, tómalos entonces.
A partir de ahora son Tuyos.

“Gracias, Mi niño.”