95.

Mi Señor,
he explicado a cientos de personas,
en cientos de maneras,
la diferencia entre la verdad y la falsedad.

¿Podría aprender de Tus Labios divinos
la diferencia entre ambas?

“Mi niño,
he aquí la diferencia,
he aquí la definición:
la Verdad es un banquete divino
    que nunca termina.

La falsedad es un hambre animal
    que nunca termina.”