96.

Mi Señor, estoy en Tu Palacio celestial.
¿Tienes un nombre para Tu Palacio?
Estoy a Tus Pies.
¿Tienes algún nombre especial para Tus Pies?
¿Tienes algún nombre especial para Tu Trono, mi Señor?
Mi Señor, ¿tienes algún nombre especial para Tu Corona?

“Sí, Mi niño, el nombre de Mi Palacio es Justicia.
El nombre de Mis Pies es Compasión.
El nombre de Mi Trono es Aspiración.
El nombre de Mi Corona es Realización.
Mi niño queridísimo, todo ello es para ti.
Yo te lo ofrezco.
Lo necesitas para trabajar para Mí en la tierra.
Aquí lo tienes, Mi niño dulcísimo.”


Mi Señor, mi vida de aspiración se baña en el mar de la gratitud incesante.