Pregunta: ¿Cómo podemos expandir nuestro corazón y tener más sus cualidades divinas en nuestras acciones diarias y en nuestras relaciones con la gente?

Sri Chinmoy: La vida espiritual no es una vida de indiferencia. Sin embargo, uno tiene que tener discernimiento cuando trata con el mundo. Si le das tu corazón a todo el mundo, sin importar quién sea la persona, entonces la gente puede explotarte. Si un ladrón quiere comprar herramientas para robar, y alguien con un corazón magnánimo le da el dinero sin cuestionar qué clase de persona es o por qué quiere el dinero, ¿quién será parcialmente responsable de sus futuros robos? La persona que le da dinero al ladrón. Una persona espiritual puede tener un corazón verdaderamente amplio, pero utilizar la cualidad del corazón con sabiduría es más importante que implorar por el ensanchamiento del corazón. Dios ya le ha dado a nuestro corazón muchas cualidades divinas, pero no las usamos y por tanto ralentizamos nuestro crecimiento espiritual. Muy pocas personas, debo decir, saben lo que es realmente el corazón espiritual. Lo que confundimos con el corazón es en realidad el vital emocional. En este momento queremos darle todo a una persona y al momento siguiente queremos quedárnoslo todo para nosotros. En este momento, sin ninguna razón, estoy dispuesto a darte todo y al momento siguiente, de nuevo sin ninguna razón, estoy dispuesto a quitarte la vida. Este tipo de sentimiento no proviene del corazón en absoluto. Es el juego de nuestro vital exigente e insatisfecho lo que estamos viendo. Si nuestro vital está tratando de desempeñar el papel del corazón, tratará de dominar a los demás o hacerles sentir que nos necesitan desesperadamente porque tenemos sabiduría o luz, mientras que ellos no la tienen. Pero la existencia misma del corazón está basada en la identificación. La identificación es luz. El corazón espiritual puede identificarse solo con la luz y el deleite, porque recibe luz y deleite continuos del alma. Podemos identificarnos con la aflicción de alguien, pero con lo que realmente nos estamos identificando es con la luz que hay dentro de esa aflicción. Dentro del dolor, dentro del sufrimiento, dentro de la oscuridad misma, hay luz. En última instancia, el corazón se está identificando con la luz que hay dentro. Si imploramos cada día por nuestra propia luz interior, veremos que el corazón está destinado a expandirse. Pero si queremos expandir el corazón sin luz, simplemente expandiremos nuestra ignorancia. Sólo cuando clamamos por lo Más Alto se expandirá realmente nuestro corazón . Debemos darnos cuenta de que el vital, que nos está engañando y explotando, debe dejarse de lado. Muy a menudo las fuerzas del vital impuro, debajo del ombligo, entran en nuestro corazón y nos hacen sufrir. La purificación del vital es absolutamente necesaria si el vital quiere actuar divinamente, junto con el corazón. De lo contrario, el corazón tendrá que desempeñar su papel solo. Pero por favor, al tratar con la humanidad, tengan cuidado de no ofrecer la falsa luz del vital exigente y posesivo. En nombre de la preocupación, muy a menudo ofrecemos temores, ansiedades e impurezas, entre otras cosas. No es nada difícil hacer aflorar las buenas cualidades del corazón, como la simpatía y el interés. Podemos sacar adelante estas buenas cualidades a través de nuestra aspiración. Estamos aspirando a Dios, quien indudablemente tiene más Interés, Afecto y todas las demás cualidades del corazón que nosotros. Nuestra aspiración sincera puede hacer descender estas cualidades desde Dios.