Mi alma

Oh alma, soy tu cuerpo. Tengo treinta y seis años hoy. Deseo aprender de ti.

“Haz el bien”.

Oh alma, soy tu ser vital. Tengo diecinueve años. Quiero aprender de ti.

“Sé bueno”.

Oh alma, soy tu mente. Tengo sesenta años. Necesito aprender de ti.

“Ve el bien”.

Oh alma, soy tu corazón. Tengo cuatro años. Por favor, dime el secreto.

“Permanece bueno”.

Oh alma, tu cuerpo otra vez. ¿Qué haces con tu amor ilimitado?

“Distribuyo mi amor ilimitado a horizontes constantemente expansivos”.

Oh alma, tu vital otra vez. ¿Qué haces con tu paz infinita?

“Alimento las muy abundantes inmensidades del pasado, el presente y el futuro con mi paz infinita”.

Oh alma, tu mente otra vez. ¿Qué haces con tu visión del siempre trascendente Más Allá?

“Recubro el nido dorado de la Infinitud de mi Realidad con mi visión del siempre trascendente Más Allá”.

Oh alma, una vez más tu corazón. Dime, por favor, tu secreto absoluto.

“Vivo para el Supremo y solo para el Supremo. Este es mi secreto absoluto”.

Sri Chinmoy, Cantos del alma, Herder and Herder, 1971