Cuando descubro a Dios

Cuando descubro a Dios en Él mismo, veo el Dios vivo, que crece y resplandece. Cuando descubro a Dios en mí mismo, veo el Dios hambriento, que duerme y llora. Cuando descubro a Dios en Él mismo, Él es la eterna Maravilla. Cuando descubro a Dios en mí mismo, Él es el Misterio eterno.

Descubro el Poder infinito de Dios y exclamo: “Dame Tu Poder infinito”. Dios me dice: “Tuyo es”.

Dios descubre mi debilidad ilimitada y exclama: “Dame tu debilidad ilimitada”. Yo Le digo: “No, es mi riqueza, absolutamente mía”.

Dios fracasa, yo triunfo. Dios fracasa en iluminarme. Yo triunfo en destruirme.