¿Sería tan amable de aconsejarme sobre si debo abandonar a mi esposa y a mi hijo a fin de profundizar más en la vida espiritual?

En su caso, siento que debe permanecer con su esposa y su hijo. Hoy, quiere usted abandonarlos a ellos; mañana puede ser que quiera abandonar a Dios. Dejando de lado a la humanidad no es como podrá realizar a Dios. Si permanece con su familia, su realización será más profunda y más colmadora. Es cierto, en determinada etapa de la travesía espiritual es necesaria la renunciación a la grosera vida material, pero en una etapa superior ya no es necesario más. En la etapa más elevada, ni buscamos ni renunciamos a nada.