Pregunta: Siento que cuando como carne no puedo meditar bien; me siento intranquilo. Pero si no como carne, me siento muy débil.
Sri Chinmoy: Sabes muy bien que los animales son inquietos, agresivos, destructivos y no-evolucionados. Hemos trascendido la conciencia animal hasta cierto punto, y hemos salido del reino animal. Solo estamos un paso por delante en la escalera de la evolución, pero la diferencia entre un animal y un ser humano es muy vasta. Ahora bien, cuando comes algo, naturalmente absorberás las cualidades de ese alimento. Aquello que tienes en tu interior inevitablemente se manifestará exteriormente de algún modo. Cuando comes carne, el resultado inmediato es inquietud, impulsos y pensamientos agresivos y destructivos, y un descenso de la conciencia.Sin embargo, no es cierto que si no comes carne perderás tu fuerza, tu poder o tu energía. Hay millones de personas en la tierra que no comen carne, pero que físicamente están muy fuertes y saludables. Tal vez digas que tu constitución es diferente de la de ellos, pero me gustaría decir que en la creación de Dios hay algo llamado comida interior. ¿Qué comida es ésta? Es la Paz, la Luz, la Dicha y todas las demás cualidades divinas y colmadoras. Cuando aspiras adecuadamente, cuando te concentras adecuadamente, cuando meditas adecuadamente, podrás asimilar esta comida interior en tu cuerpo. Te podrá llevar algunos años lograr este grado de destreza interior, pero entretanto intenta ir profundamente en tu interior y ver lo que realmente te da la mayor parte de tu fuerza. He conocido personas que afirman que es la carne lo que les da la fuerza, pero cuando profundizan en su interior, descubren que es su propio sentimiento e idea acerca de la carne lo que les está dando fuerza. Puedes cambiar esa idea y sentir que no es la carne sino la energía espiritual penetrando en todo tu cuerpo lo que te da fuerza. Esa energía viene tanto de la meditación y la aspiración como de una nutrición adecuada. La fortaleza que obtienes de la aspiración y la meditación es infinitamente más poderosa que la fuerza que obtienes de la carne o el pescado, así que estas cosas pueden ser omitidas fácilmente de tu dieta.
Estás practicando la meditación con suma sinceridad y devoción. Lo que tienes que hacer es deshacerte de la idea de que la carne es lo que te da fuerza. Esa idea está tan profundamente arraigada en tu mente, que ahora no puedes separarte de ella. Pero en el momento en que te hayas liberado completamente de esa idea, verás que no es principalmente la carne lo que te da la fuerza; es la comida saludable en general, así como la adecuada actitud mental y la aspiración espiritual.