Pregunta: Guru, una vez nos señalaste a un hombre cuya alma había abandonado su cuerpo. ¿Cómo podía estar vivo todavía en el plano físico, si su alma había dejado el cuerpo?
Sri Chinmoy: El alma abandona el cuerpo muchas, muchas veces mientras una persona todavía está viva. Tu alma ha abandonado el cuerpo numerosas veces durante tus horas de sueño y ha venido hasta mí. Puede suceder que el alma deje el cuerpo tan solo unos segundos, pero esos pocos segundos de tiempo terrenal pueden parecer muchos meses o incluso años. La cantidad máxima de tiempo que un alma común puede permanecer fuera del cuerpo es entre once y trece horas. Si el alma abandona el cuerpo y no regresa después de once, doce, trece horas, habitualmente ya no puede volver a entrar en la jaula que es el cuerpo. En ese momento se quebrará el cordón que la conecta con el cuerpo. Pero, durante media hora o una hora, el alma puede fácilmente abandonar el cuerpo y éste puede funcionar automáticamente.El cuerpo es como una máquina; el mecánico puede ausentarse mientras la máquina está funcionando. Pasadas unas horas puede regresar y la máquina estará funcionando todavía. A veces, durante el sueño, nuestra alma puede ir a diferentes mundos, o a lugares remotos de este mundo, pero después de media hora o cuarenta y cinco minutos regresa al cuerpo. Esto no solo puede suceder mientras duermes sino también cuando estás despierto. Muchas veces, durante mi meditación profunda, mi alma vuela como un ave hasta mis Centros espirituales y mis discípulos me ven tan claramente como me ves tú ahora mismo. Es cuestión de unos pocos minutos o segundos.
Mientras está fuera del cuerpo, el alma puede experimentar en un segundo lo que nos llevaría una hora relatar. Aquí en la tierra ves con tus ojos ordinarios y requiere un tiempo observar una experiencia. Pero si ves con la luz del alma, serás capaz de verlo todo en un breve segundo. Cuando quieres expresar la experiencia de ese breve segundo con tu mente, puedes pasar al menos una hora dando todos los detalles. Por lo tanto, cuando tenemos una conversación con otra alma, por más que esa conversación haya durado tan solo unos breves segundos, en esos segundos fugaces obtenemos una colección de olas de pensamiento que son absolutamente reales. En un minuto, el alma puede hacer el trabajo de diez u once horas.
Si el alma abandona permanentemente el cuerpo, naturalmente el cuerpo no podrá permanecer en la tierra. Si el ave huye de la jaula, esta es inútil. Solo cuando el ave está dentro, cuidamos de la jaula.