En la vida interna…

En la vida interna vemos la función del miedo y de la duda, de la valentía y de la certeza.

El miedo. ¿Qué es el miedo? Cuando seguimos la vida espiritual, en seguida comprendemos que el miedo es un enemigo real. ¿Qué es lo que hace? Compra nuestro ataúd mucho antes que se prevea nuestra muerte.

La duda. ¿Qué es lo que hace? Comienza a cavar nuestra tumba mientras aún estamos vivos, mientras aún estamos realizando nuestros deberes terrenales.

La valentía. La valentía es la expresión o manifestación externa de nuestra voluntad interna indomable. En cada momento, si nuestra existencia está inundada de voluntad interna y valentía externa, podemos ver la realidad, ponernos ante la realidad y convertirnos en la realidad.

Certeza. La certeza nos dice que Dios es nuestro. Dios no es el monopolio de ningún individuo. Ni siquiera las almas realizadas pueden atreverse a reivindicar que Dios solo les pertenece a ellas. No, ni mucho menos. Cada individuo tiene derecho a proclamar que Dios es suyo y que pertenece a Dios. La certeza le hace sentir que Dios y él son uno eternamente, y que la realización de Dios es su derecho de nacimiento.

El universo viviente y el universo evolutivo, el universo moribundo y el universo perecedero. Cuando aspiramos, cuando de manera consciente, fervorosa y espontánea, tratamos de ir más allá de las fronteras de lo finito, vivimos en el universo viviente y evolutivo. Cuando, consciente o inconscientemente, albergamos la duda, la envidia, el miedo, la imperfección, la esclavitud, la limitación y la muerte, vivimos en el universo moribundo y perecedero.