I - CONCIENCIA
La luz-conciencia
La conciencia es el destello de vida que conecta a cada uno de nosotros con la Vida Universal; es el filamento que nos sintoniza con el universo. Si quieres volar hacia lo Trascendental, necesitas el hilo conductor de la conciencia.La conciencia es un destello que nos permite entrar en la Luz; nuestra conciencia es lo que nos conecta con Dios. Es el vínculo entre Dios y el hombre, entre el Cielo y la tierra.
En el mundo físico la madre le dice al niño quién es su padre; en el mundo espiritual nuestra aspiración nos dice quién es Dios. ¿Quién es Dios? Dios es una Conciencia infinita. Él es también la Luz iluminadora del Ser. No existe ser humano que no posea en su interior esta Conciencia infinita y esta Luz iluminadora del Ser. Nuestra meta está en nuestro interior; para alcanzar dicha Meta hemos de entrar en la vida espiritual. En la vida espiritual lo más necesario es la conciencia. Sin esto, todo es un árido desierto. Cuando entramos a un lugar oscuro tomamos una linterna o algún tipo de luz para saber por dónde estamos yendo. Si queremos saber acerca de nuestra vida apagada, hemos de tomar la ayuda de la conciencia.
El ser humano, en su vida externa o en sus logros externos, es muy limitado. Pero el mismo ser humano, cuando se adentra en las profundidades más íntimas de su corazón, siente que hay algo que está intentando expandirse constantemente. Eso es la conciencia. Esta conciencia lo enlaza con lo altísimo Absoluto. La conciencia es nuestro maestro real, nuestro amigo querido y nuestro siervo seguro. Como siervo, la conciencia lleva nuestra abundante ignorancia hasta Dios. Como amigo, la conciencia nos dice lo que es el Conocimiento supremo. Como maestro, la conciencia nos revela la innegable verdad de que el ser humano imperfecto e incompleto de hoy es el Dios perfecto y completo de mañana. La conciencia canta, canta el canto de la Unidad universal. La conciencia juega, juega el juego de Manifestación cósmica. La conciencia danza, danza en el interior con la colmadora Visión de Dios y en el exterior con la colmada Realidad de Dios. La conciencia actúa, actúa a través de la implorante, ascendente y entregada aspiración del hombre, y a través de la descendente, protectora e iluminadora Compasión de Dios.
Cuando la conciencia es todo actividad, se postra ante Dios la Madre, su Origen. Cuando la conciencia es todo silencio, se postra ante Dios el Padre, su Origen. De la Madre obtiene la más poderosa Fuerza para hacer el sacrificio supremo por la tierra inconsciente. Del Padre obtiene la más alta Luz para iluminar la tierra apagada. La conciencia misma es Luz y Fuerza a la vez. Como Luz, se identifica con la inspiración pura y la aspiración profunda de nuestro mundo interno. Como Fuerza, ejerce su soberanía divina sobre el más oscuro sometimiento y la más salvaje ignorancia del mundo externo. La conciencia que el cuerpo sin aspiración emplea es llamada conciencia esperanzada. La conciencia que el vital implacable emplea es conocida como conciencia hiriente. La conciencia que la mente intransigente emplea es llamada conciencia dudosa. La conciencia que el corazón revelador emplea es llamada conciencia veraz. La conciencia que el alma ilimitada emplea es llamada conciencia fructífera. Aum Anandamayee Chaitanyamayee Satyamayee Parame.
«¡Oh, Madre Absoluta de la Existencia-Conciencia-Deleite!». Esta triple conciencia es la más larga longitud, la más lejana amplitud y la más honda profundidad. La longitud más larga es la Infinitud. La amplitud más lejana es la Eternidad. La profundidad más honda es la Inmortalidad. Cuando la conciencia vive en la Existencia, la humanidad recibe devotamente lo que la Divinidad ofrece fervorosamente. Cuando la conciencia vive en su propio dominio, la humanidad y la Divinidad comparten sus experiencias amorosa y sorprendentemente. Cuando la conciencia vive en el Deleite, la humanidad es realizada y transformada, y la Divinidad es manifestada y colmada.
Ciego es quien no ve la luz-Conciencia. Sordo es quien no obedece al derecho-Conciencia. Pobre es quien no puede comer el fruto-Conciencia. Necio es quien niega la existencia del mar-Conciencia.