Pregunta: ¿Cómo puede uno aceptar y amar a sus semejantes?

Sri Chinmoy: Primero de todo, debes sentir que tus semejantes son parte integral de tu propia existencia. Tengo dos ojos; si mi ojo izquierdo no funciona tan bien como mi ojo derecho, ¿qué hago? ¿Me enfado con mi ojo izquierdo? ¿Lo retiro de mi cuerpo? ¿Lo mantengo cerrado o lo tapo con la mano y digo: «no te permitiré ver»? No. En esa situación tengo un sentimiento de unidad; sencillamente acepto mi ojo izquierdo como menos capaz que mi ojo derecho, pero todavía como una parte de mí. Si el ojo izquierdo no ve bien, uso el ojo derecho también. Siempre que tengo que usar mis ojos, uso ambos, y el ojo que es más fuerte, naturalmente, hace mayor trabajo.

Debes considerar a las personas que te rodean como extremidades de tu propio cuerpo. Sin ellas estás incompleto. Quizá sientas que ellas están menos desarrolladas, pero también tienen su papel que desempeñar. Tu dedo pulgar es mucho más poderoso que tu meñique, pero el meñique también tiene su tarea. Dios ha creado cinco dedos. Aunque unos son más cortos y más débiles que otros, sabes que únicamente eres perfecto cuando tienes los cinco dedos. Tu dedo medio es el más largo, pero si por esta razón crees que no necesitas los dedos más cortos, te equivocas tristemente. Si quieres tocar el piano o quieres mecanografiar, necesitas los cinco dedos.

Solo cuando sientes la necesidad de la perfección real, puedes amar a las personas que te rodean. Si te aíslas como individuo, tus logros serán limitados; tu sentido mismo de la perfección será limitado, muy limitado. Pero cuando piensas en términos de perfección ilimitada, tienes entonces que amar a la humanidad, porque únicamente aceptando a la humanidad como parte integral de tu vida y perfeccionando a la humanidad con tu propia iluminación, puedes colmarte a ti mismo.