Pregunta: Hay mucha injusticia y nada que podamos hacer para ayudarnos.

Sri Chinmoy: Dices que no hay nada que puedas hacer, pero te voy a decir una manera de protegerte. Ahora hemos estado meditando aquí cinco o diez minutos. Esta meditación tiene un poder real. En tu oficina hay mucha injusticia; la injusticia misma es un tipo de poder negativo, un poder destructivo. Es cierto que no puedes cambiar la mente de las personas que están causando esa injusticia, pero sin embargo puedes protegerte contra ellas. Te están golpeando internamente y tú no devuelves los golpes a causa de tu temor o tu incapacidad. Pero si te vuelves muy fuerte, muy poderoso internamente, esa fuerza te llevará a algún otro lugar o les dará una cierta iluminación. La Compasión de Dios te salvará de este tipo de injusticia si entras seriamente en la vida espiritual.

Otra forma de protegerte, que es más rápida, es tener paz mental. En nuestras meditaciones hacemos descender una paz muy sólida. No es algo imaginario. Puedes sentir la paz, puedes nadar en el mar de la paz en nuestras meditaciones. La injusticia es un poder no-divino, pero la paz es un arma divina infinitamente más poderosa. Es poder sólido. Cuando estás en paz, ningún poder humano puede alterarte.

Cuando tengas que defenderte o protegerte, procura usar un arma superior. Si algunas personas dicen algo y tú te desquitas al mismo nivel, nunca se llegará a un final. Por otra parte, si sencillamente te tragas tu ira, continuarán aprovechándose de ti. Pero cuando vean y sientan tremenda paz interna en ti, estarán viendo algo que nunca puede ser conquistado. Verán un cambio en ti, y este cambio no solo los desconcertará sino que también los amenazará y los atemorizará. Sentirán que sus armas son inútiles.

La paz es el arma más efectiva para conquistar la injusticia. Cuando rezas y meditas, todo tu ser llega a estar inundado de paz. Entonces, hagan lo que hagan las otras personas, sencillamente sentirás que son como tus propios niños jugando delante de ti. Dirás: «Son todos unos niños. ¿Qué otra cosa puedo esperar de ellos?». Pero ahora mismo, en lugar de eso, puesto que son adultos en términos de edad, te molestas y te enfureces. Si rezas y meditas con regularidad, pronto sentirás que tu paz es infinitamente más fuerte, más colmadora y energizadora que cualquier desafortunada situación que ellos creen.