La entrega se aferra…

La entrega se aferra a Dios con todo el poder del alma. La entrega se aferra a Dios con todo el amor del corazón. La entrega se aferra a Dios con toda la voluntad de la mente. La entrega se aferra a Dios con toda la energía dinámica del vital. La entrega se aferra a Dios con todas las emociones blancas como nieve del cuerpo.