La alegría en la entrega

Cuando un aspirante está totalmente entregado a la Voluntad de Dios, obtendrá abundante alegría. Sentirá todo alegría en su corazón y vivirá en constante alegría. No podrá justificarlo o darle algún significado. Temprano en la mañana, nada más levantarse, obtendrá un sentimiento o sensación muy dulce. Si toca una pared, obtendrá alegría; si toca un espejo, también obtendrá alegría. Su propia alegría entra en todo lo que él ve. A veces, tal vez vea que una sólida pared está llena de alegría; un árbol estará lleno de alegría. Si pasa un taxi, verá una intensa alegría en el conductor, incluso en el vehículo mismo. Su alegría interna entrará en cada persona, en cada objeto; y lo llenará todo.

Si hay entrega total, no puede haber fracaso. La entrega significa la mayor alegría, la alegría más profunda, la alegría más plena de alma, incluso en el supuesto fracaso. El triunfo también trae la misma alegría. Cuando triunfamos en algo, derivamos inmediata alegría de nuestro triunfo. Del mismo modo, si nuestras vidas interna y externa están cargadas de luz de entrega, entonces, en todo momento obtenemos alegría pura, sin mezclas, de la Fuente más alta. Si tenemos esta clase de alegría interna espontánea, podemos sentir que proviene únicamente de nuestra entrega total al Piloto interno, al Maestro, al Guru, a Dios.