Llegó la hora

Llegó la hora.
Yo no estaba preparado.
Dios descendió,
    sonrió
y
    partió.

Llegó la hora otra vez.
Yo no estaba preparado.
Dios descendió,
    insistió
y
    gritó.

No llegó la hora.
Yo estaba preparado.
Dios dormía.
    Yo lloré.
La ignorancia cantó.
    Satanás bailó.