Un alma liberada…

Generalmente el alma liberada no se preocupa por la manifestación de Dios en la tierra; siente que, una vez que está liberada, su papel en el Drama cósmico ha terminado. Pero el alma realizada implora la manifestación de Dios. Siente que, una vez realizada, su papel en el Drama cósmico ha comenzado propiamente. Un alma liberada está libre de las redes de la ignorancia y, al mismo tiempo, es sumamente cautelosa con la salvaje ignorancia. Un alma realizada ha descubierto su propia divinidad interna, que está inundada de la Visión de Dios que todo lo ve y la Realidad de Dios que todo lo colma. Un alma liberada generalmente utiliza a Dios conforme a su propia capacidad. Un alma realizada utiliza a Dios únicamente cuando Dios Mismo se lo pide. Lo humano y lo irreal en nosotros concluyen en la liberación. Lo divino y lo real en nosotros comienzan en la realización.