El escondite

Cada minuto me inspira
    para intentar.
Cada hora me perfecciona
    para ascender.
Cada día me ilumina
    para alcanzar.
   
    En mi intento
he llegado a aprender lo que puedo ser.
    En mi ascenso
he llegado a aprender quién Soy eternamente.
    A mi llegada
Dios y yo detendremos nuestro juego de siglos:
    el escondite.