Un gran héroe y el resultado de su única mentira

Quisiera contarte una triste historia. Durvasa creyó que lo había conquistado todo. «He conquistado la ira, he conquistado la pasión, lo he conquistado todo. No me queda nada por conquistar».

Entonces un día, mientras estaba meditando, llegó una mosca y se posó en su hombro. Durvasa montó en cólera. Él, quien era tan poderoso, se enfureció con la mosca y dijo: «Tengo el poder de destruir el mundo. ¡Cómo te atreves a sentarte en mi hombro!».

La mosca huyó volando y tomó ayuda del Señor Shiva. El Señor Shiva fue a él y le dijo: «Durvasa, has conquistado todo, ¡pero una mosca puede sentarse en tu hombro y te enfureces!».

Durvasa era sumamente poderoso. Tenía poder espiritual y poder oculto, pero nunca había conquistado su ira. En el Mahabharata hay muchas historias auténticas sobre él maldiciendo a gente a tiempo y destiempo. Sus bendiciones, también, eran muy irracionales. A veces solía bendecir a las personas, y a menudo era más bien una maldición. Su bendición misma era una maldición.

La madre del gran héroe del Gita, Arjuna, era Kunti. Kunti procedía de una familia real y cuando era joven y soltera, virgen, sucedió que Durvasa vino al palacio de su padre y ella le sirvió. Durvasa estaba tan complacido con ella que inmediatamente le dijo: «Te concederé una bendición».

Ella dijo: «Gracias. Me hará muy feliz».

«Muy bien. La bendición es que pronto serás la madre de un gran héroe». ¡Esta era la bendición! ¡Kunti no estaba casada, y esta era su bendición!

«Pero no estoy casada, ¿cómo voy a ser madre de alguien?».

Pero la pobre Kunti tuvo un niño. Como era ilegítimo, puso al niño en un cofre y lo arrojó a un río. El rio fluyó y llevó al niño a manos de una persona común y corriente, un cuadriguero llamado Adhirat. Adhirat crió al niño, Karna. Este llegó a convertirse en el gran Karna, tan poderoso como Arjuna. Finalmente Arjuna and Karna tuvieron que pelear uno contra otro en el campo de batalla de Kurukshetra.

Karna era uno de los mayores héroes en aquellos días, pero él no sabía quién era su madre. Mientras tenía lugar la batalla de Kurukshetra, Kunti se acercó a él en el último momento llorando: «Hijo mío, vas a pelear contra otro de mis hijos. Quiero que tanto tú como Arjuna y mis otros hijos permanezcáis juntos».

Karna dijo: «Ahora es demasiado tarde. No puedo hacerlo. Tienes cinco hijos, si me consideras tu sexto hijo, te digo que cuando la batalla termine tendrás tus cinco hijos».

«¿Cómo?» —lloró ella.

«O Arjuna me matará, o yo mataré a Arjuna. No tocaré al resto de los hermanos. El mundo sabe que tienes cinco hijos y tú mantendrás tus cinco hijos».

Sabemos que en la guerra de Kurukshetra Karna fue matado por Arjuna. Fue matado porque una vez dijo una mentira sobre su casta. Adhirat, quien lo crió, no era kshatriya (casta guerrera), por eso Karna no era considerado de origen kshatriya. Por esta razón, los grandes arqueros y otros no querían enseñarle. Decían: «No procedes de una familia kshatriya. Vienes de una casta baja. No podemos enseñarte».

Finalmente fue a ver a Parashuram, uno de los arqueros más grandes de India y, cuando Parashuram le preguntó por su casta, él dijo: «Vengo de una familia Kshatriya_». Parashuram le creyó y le adiestró en el tiro con arco; y así Karna llegó a ser un gran guerrero. Entonces sucedió que una tarde, mientras Parashuram echaba la siesta con la cabeza apoyada en el regazo de Karna, este fue picado por un escorpión. Todo el muslo de Karna empezó a sangrar abundantemente pero él pensó que, como su maestro dormía profundamente, lo despertaría si hacia algún ruido. Así que guardó silencio y no mató al escorpión. Al cabo de un rato su maestro despertó y vio la situación. «¡No mataste al escorpión! ¡Me has mentido! Un _kshatriya no puede tolerar algo así —dijo—. Tu muslo está sangrando profusamente y, si realmente fueras un kshatriya, habrías matado al escorpión de inmediato. Pero no eres un kshatriya. Vienes de la casta Sudra. Eres un hombre de servicio. Nunca puedes ser kshatriya, nunca puedes ser un guerrero. Me has mentido. Cuando llegue el momento de mayor necesidad, cuando más profundamente lo necesites, olvidarás el secreto de cómo aplicar tu mejor arma».

Ahora vemos cómo esto ocurrió en la Batalla de Kurukshetra cuando Karna estaba peleando contra Arjuna. Karna tenía el arma más poderosa que nadie en la tierra podría vencer. Pensó que la emplearía solo contra Arjuna en el campo de batalla, y contra nadie más. «Sólo emplearé esta arma contra Arjuna» —dijo—.

Pero en la batalla, Ghatothkach, un hijo de Bhima, y hermano de Arjuna, estaba matando a cientos de guerreros del lado de Karna. Comenzó a acercarse a Karna y, cuando estaba a punto de matarlo, Karna dijo: «Ahora tengo esta poderosa arma que me fue dada por Parashuram. Con ella puedo matar a cualquier persona en la tierra. ¿Por qué no la uso?». De modo que la usó y mató al hijo de Bhima. Entonces, cuando llegó a pelear con Arjuna, estaba indefenso y fue matado por Arjuna. Vemos cómo la profecía de Parashuram se cumplió. También vemos cómo se cumplió la profecía de Karna. Cinco hijos de Kunti permanecieron vivos.

Sri Chinmoy, Comentario del Bhagavad Gita: el Canto del Alma trascendental, Rudolf Steiner Publications, Blauvelt, New York, 1971