Dios y yo8

Dios y yo. Dios es mi Padre. Dios es mi Madre. Esto es lo que yo sé. Además, siempre sé qué hacer. Déjenme contarles mi secreto más íntimo: sé lo que hacer precisamente porque Dios lo hace por mí. Sé que yo no hago nada ni puedo hacer nada. Dios es el hacedor. Dios es la acción. Dios es el fruto de ésta. Mi vida es una eterna experiencia de Dios.

Tal vez me pregunten por qué hace Dios todo por mí y por ustedes no. ¿Acaso porque Dios es parcial? Con toda seguridad, Dios no es parcial. Él es todo menos eso. Desafortunadamente, hay una ligera diferencia entre mi aproximación a Dios y su aproximación a Dios. ¿Recuerdan lo que el Hijo de Dios le dijo a la humanidad? : «Yo y mi Padre somos uno.» Yo creo en el Hijo de Dios e intento vivir su verdad. También creo en los ancestrales visionarios Védicos de la India. Ellos dijeron: Aham brahmasmi — Yo soy el Brahman, el Uno sin par. Y también tengo fe implícita en la enseñanza de Sri Krishna, la cual he aprendido del Bhagavad Gita, el Canto Celestial:

Un hombre está hecho por su fe.
Cualquiera que sea su fe, así es él.

Yo sé que Dios puede ser visto. Sé que Dios puede ser sentido. Sé que Dios puede ser realizado. Sé que cada ser humano, sin excepción, llegará a convertirse en la Visión Trascendental de Dios y en Su Realidad absoluta.

Ustedes son propensos a albergar algunas extrañas ideas en lo más íntimo de su corazón. En primer lugar, se alegran en decirle al mundo que no hay Dios, y que no puede haber tal cosa llamada Dios. Incluso cuando sienten que hay un Dios, le dicen a sus seres cercanos y queridos que Dios es para ellos y para los demás, pero no para ustedes. Con toda la ignorancia de que disponen, declaran que Dios no se interesa por ustedes. Sienten que Dios está terriblemente enfadado con ustedes porque hace diez años mintieron terriblemente o engañaron a alguien en la calle. Pobre Dios, ¡cómo si no tuviera otra cosa que hacer mas que enfadarse con ustedes y castigarlos sin piedad!

Lo crean o no, les diré que Dios tiene muchas, muchas cosas significantes que hacer con sus vidas. Para ustedes su vida no es nada, un cero perfecto. Para Dios, su vida lo es todo —para ser más precisos, Su todo. Ustedes son Su Orgullo sin igual. Son Su único Sueño. Son Su única Realidad. Con ustedes Él canta la canción de la Inmortalidad. En ustedes Él ve la personificación de Su Existencia-Conciencia-Deleite. Para ustedes, sólo para ustedes, Él existe a través de la Eternidad. Él los moldea. Él los forma. Él los guía. Él los transforma en Su Imagen misma, en Su Vida del Más Allá siempre trascendente.

Queridos estudiantes, queridos profesores, queridas hermanas y hermanos, están ahora en el mismo barco que yo. Cantemos juntos : «Sé lo que hacer, porque Dios lo hace por mí.»

Permítanme cantar una canción más. Espero que todos la aprendan pronto. Esta canción me cuenta qué decir y a qué aspirar:

Condúceme de lo irreal a lo Real.
Condúceme de la oscuridad a la Luz.
Condúceme de la muerte a la Inmortalidad.


EL 8. Universidad de Brandeis, Waltham, Massachusetts, 26 de marzo de 1969