Pregunta: ¿Cuál es la mejor manera de prevenir que los pensamientos erróneos nos ataquen?
Sri Chinmoy: Los pensamientos que tenemos que controlar son los que no son productivos, los que son dañinos, los que son destructivos, los que son tontos, los que son negativos. Estos pensamientos pueden venir de fuera y entrar en nosotros; o pueden estar ya dentro de nosotros y simplemente salir a la superficie. Los pensamientos que vienen de fuera son más fáciles de controlar que los que ya están dentro. Si un pensamiento no divino viene de fuera, tenemos que sentir que tenemos un escudo a nuestro alrededor o justo delante de nosotros como protección, especialmente delante de la frente. Si sentimos que nuestra frente es algo vulnerable, delicado, expuesto, entonces siempre seremos víctimas de pensamientos erróneos. Pero en el momento en que nos hagamos sentir conscientemente que esta frente es un escudo, un muro sólido, entonces los pensamientos erróneos no pueden entrar. Tenemos que hacernos sentir conscientemente que estamos protegidos por un muro sólido o una fortaleza con muchos soldados dentro. Tenemos que estar constantemente vigilantes y, cuando llegue un ataque de fuerzas erróneas, hemos de saber que dentro de nosotros tenemos soldados que son más fuertes. Esos soldados más fuertes son nuestra pureza y sinceridad, nuestra aspiración, nuestro anhelo por Dios. Estos soldados divinos dentro de nosotros estarán en guardia en el momento en que llegue un pensamiento erróneo y nos servirán como guardaespaldas.Los pensamientos que ya están dentro de nosotros creando problemas son más difíciles de expulsar, pero podemos hacerlo. Podemos hacerlo mediante la extensión de nuestra conciencia. Tenemos un cuerpo y dentro de este cuerpo hay fuerzas erróneas que han tomado la forma de pensamientos. Lo que tenemos que hacer es extender nuestra conciencia física a través del esfuerzo consciente y la aspiración, como extendemos una banda elástica, hasta que sintamos que todo nuestro cuerpo se ha extendido hasta el Infinito y se ha vuelto simplemente una hoja blanca de conciencia infinitamente extendida. Si podemos hacer esto, veremos que nuestra conciencia es toda pureza. Cada pensamiento puro, cada gota pura de conciencia, es como veneno para la impureza o para los malos pensamientos en nosotros. Tememos a los pensamientos impuros, pero más temen los pensamientos impuros a nuestra pureza. Lo que nos pasa muchas veces es que nos identificamos con nuestros pensamientos impuros y no con nuestros pensamientos puros. Pero en el momento en que nuestra existencia física puede identificarse con la pureza, cuando podemos decir: «Este pensamiento puro me representa», entonces la impureza dentro de nosotros muere de inmediato. Los pensamientos erróneos están dentro de nosotros simplemente porque nos identificamos con ellos. Si nos identificamos con otra cosa, inmediatamente tienen que abandonarnos.