Las horas de visita de Dios

Cuando veo a mi Dios en la razón, Él es la Justicia.

Cuando veo a mi Dios en la fe, Él es la Protección.

Cuando veo a mi Dios en el amor, Él es la Compasión.

Cuando veo a mi Dios en la voluntad, Él es la Visión.

Cuando veo a mi Dios en la alegría, Él es la Perfección.

Cuando veo a mi Dios en la verdad, Él es la Plenitud.

Mi respiración invoca a Dios vibrantemente; mi alma en silencio; mi corazón amorosamente; mi mente con vacilación; mi vital inconscientemente; y mi cuerpo temerosamente.

Hay dos horas elegidas por mi Dios para visitarme. Una, cuando mi vida fervorosa no se apresura; otra, cuando la llama ascendente de mi vida no descansa.