Cuando seguimos el camino del amor…

Cuando seguimos el sendero del amor, vemos que Dios es queridísimo para nosotros, no porque es Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente, sino porque es todo Amor. Un niño siente que su padre es queridísimo para él precisamente porque siente que en su interior su padre es todo amor. No le importa saber lo grande que es su padre, si es magistrado, abogado o presidente. Simplemente porque su padre es todo amor hacia él, su padre es lo que más quiere. Del modo similar, con amor, podemos acercarnos de forma muy exitosa y convincente a Dios, nuestro Padre eterno.